La palabra historia, para algunos es un tema fascinante de hechos y cuestiones del pasado;
para otros, se asocia al bostezo que va de la mano del aburrimiento, de una expresión de hastío. Lo mismo entre adultos, niños o jóvenes.
La Historia tiene fama de tediosa, cansada, uno debe aprender datos, fechas, nombres, que aislados de poco sirven. Para colmo, la Historia tarde o temprano juzga; su dedo flamígero señala a los personajes que deambulan entre un montonal de datos y fechas, y esos personajes se vuelven extremos. Tienden a ser muy buenos, los llaman héroes, o muy malos; seres extraños, distintos, distantes a los que llevaron a cabo asombrosas hazañas lo mismo que horrendas traiciones, a favor o en contra de la Humanidad, o de la Patria.
La Historia, dice el Diccionario de María Moliner, es el Conjunto de todos los hechos ocurridos en tiempos pasados. (1) Por lo tanto la Historia es amplísima, difícil de abarcar. Al conocer algo de Historia vamos encontrando conexiones que nos aclaran ese pasado nuestro que nos conforma. Descubrimos similitudes, diferencias, porque la Historia es en realidad la Vida. La vida de los seres humanos que hemos poblado este planeta, y el arduo proceso hasta llegar al momento presente.
¿De qué nos sirve la Historia? Desde niños, nos enseñan y explican quién es quién en la familia. Crecemos dentro de un pequeño núcleo que, supuestamente, nos da protección y abrigo, hasta que podamos valernos por nuestros propios medios.
Si no sabemos quiénes somos, ni cuál es nuestro origen, nos sentimos perdidos. La Historia empieza por averiguar quién soy yo. Al ampliar nuestros horizontes, una vez que aprendimos a leer y escribir, la aventura continúa. Lo esencial es mantener ese hilito que me permita conocerme, ser parte de mi familia, de mi país, de mi mundo y del universo en que vivo. Ese conocimiento me proporciona dignidad, respeto por mí persona y por los demás seres vivos sin distinción.
De ahí la importancia de Sócrates y el Conócete a ti mismo.
(1) Moliner, María, Diccionario de uso del español. Madrid, Gredos, 2007. T. 1, pp. 1560.